La interpretación de “Bolero” del autor Maurice Ravel que se fue mostrada por el profesor en clase, es llevada a cabo por Christoph Eschenbach Orchestre de Paris. Esta Filarmónica, compuesta por ochenta a cien personas aproximadamente consta de una variedad tremenda de instrumentos, podrían ser casi todos los existentes. Esta sinfonía comienza con el bajo y lento sonido de una tarola redoblante luego de que el director marque el inicio con un gesto que consiste en levantar las cejas. Es de esa manera como indica la entrada de cada instrumento. Ya sea utilizado individualmente o por un grupo de personas, los miembros de la filarmónica, hacen sonar los diferentes instrumentos a lo largo de esta sinfonía. Esta va sonando más fuerte y el ritmo aumenta a la vez que los instrumentos se van sumando, tales como la flauta traversa, el clarinete, la tuba, el violín tocado como guitarra, el bajo, el chelo, la trompeta, el saxo, el cono, el violín, el trombón, el arpa. Mientras cada uno de estos tiene su turno de hacer la melodía, los demás tocan en el fondo. Hay un momento largo en que muchos violines tocan la melodía, mientras los demás siguen con el fondo. En el momento en que esta melodía repetitiva ha sido cortada y la música está en su máximo volumen, de sonido y de masa, en que todos los instrumentos suenan a la vez y tocan lo mismo, el director, por primera vez a lo largo de la sinfonía, usa la batuta para marcar el fin. Luego de un breve completo silencio, siguen fuertes aplausos. Uno se pone de pie, avanza y agacha la cabeza. Al regresar a su lugar, los demás se paran y los aplausos se escuchan más fuerte. El director, desde el centro, asienta con la cabeza y se va, caminando entre los músicos.
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